Una gran tarea te aguarda. No serás capaz de realizarla a menos que reconcentres tus energías y te dispongas seriamente al combate. Unifica tu corazón, tu espíritu y tu cuerpo.
Alinéalos. Céntrate. Inspira.
Enfoca todo tu ser a la prueba que se avecina. No andes por ahí despilfarrando fuerzas. No Se las entregues al lado oscuro. No por ahora, al menos. Si lo haces, el Demonio te aplastará como a un sapo. Tu vida depende de lo que vas a hacer. Deja de sonreír pues no es un juego. Puedes morir en el intento.
Reorganiza, acumula, enfoca y lánzate al vacío.
Sólo así podrás mantenerte entero.